El gobierno nacional achicará por decreto las distancias para fumigar con agroquímicos

Dictarán una resolución, sin intervención del Congreso ni del Ministerio de Salud, que permitirá la fumigación aérea a 200 metros de los centros poblados. La distancia es 15 veces menor a la que rige en Entre Ríos.

Contra lo que viene sucediendo en varias provincias y municipios que ampliaron las distancias de fumigación con agrotóxicos para proteger a los centros poblados, los Ministerios de Ambiente y Desarrollo Sustentable y de Agroindustria de la Nación están a punto de dictar una resolución con distancias mínimas para la aplicación de agroquímicos en los centros urbanos, e invitarán a las provincias y a los municipios a adherirse a esta norma.

Actualmente, las distancias para la aplicación de los venenos utilizados por la agroindustria están reguladas en las legislaciones provinciales y en algunas ordenanzas municipales, en uso de las facultades y competencias constitucionales que le son propias. Y a la luz de las evidencias que se suman a partir del aumento de los casos de intoxicación aguda y del incremento de las patologías crónicas relacionadas a la utilización de agrotóxicos, esas distancias permitidas siguen siendo muy bajas.

La inminente decisión del gobierno nacional de achicar aún más las distancias actualmente permitidas para fumigaciones aéreas y terrestres, funcional al lobby sojero y a la industria química, fue anunciada por los ministros Sergio Bergman (Ambiente y Desarrollo Sustentable) y Ricardo Buryaile (Agroindustria) tras participar de la inauguración del 25° Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), que se realiza en Rosario.

Para tomar dimensión del impacto, basta saber que a nivel mundial, el 10% de la agricultura utiliza agrotóxicos, mientras que en la Argentina, el porcentaje de siembra directa sobre el área cultivada es del 90 por ciento.

En la época del ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y luego con su sucesor Norberto Yauhar, el gobierno nacional y entidades del sector trabajaron en un documento con recomendaciones para la aplicación de agroquímicos. Se pusieron 200 metros de distancia de centros poblados para la aplicación aérea y 100 metros para la pulverización terrestre.

Pero varios municipios y algunas provincias, de a poco –y a fuerza de la presión social y fallos judiciales- fueron ampliando esas distancias mediante normativas propias que la Nación considera «muy restrictivas» y que ampliará sin discusión del Congreso Nacional, vía resolución, ni participación del Ministerio de Salud de la Nación.

Incluso varios fallos judiciales en varias provincias (Santa Fe, Buenos Aires, Formosa, Salta, Chaco, Formosa), prohíben la fumigación con venenos a menos de 1500 metros y han declarado inconstitucional la fumigación a menor distancia.

En Entre Ríos Entre Ríos, la Ley 6599 actualmente vigente limita las aplicaciones aéreas de agroquímicos dentro del radio de 3.000 metros a partir del perímetro de los centros poblados (una distancia 15 veces mayor a la que va a autorizar la Nación).

Según dijo Bergman, en la actualidad es «un caos» lo que ocurre en materia de las distintas normativas (aunque para el rabino no es un caos el desastre sanitario generado por las fumigaciones con estos venenos). Por ello, indicó: «Estamos consensuando una resolución para que después adhieran las jurisdicciones. Saldrá como una resolución de Agroindustria y Ambiente” sin consulta ni participación del Ministerio de Salud. Ni del Congreso.

El funcionario indicó que allí se tipificarán, si bien no precisó las distancias, «las franjas de cobertura y seguridad para la aplicación» en relación a los cascos urbanos.

Por su parte, Buryaile dijo que si bien desde el Gobierno se respeta «el federalismo y la capacidad de autodeterminación para generar leyes» por parte de las distintas jurisdicciones, los municipios no debieran tener posiciones «muy disímiles» con la Nación en este tema.

Hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la vinculación del glifosato (el herbicida más utilizado) y el cáncer. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la OMS, el 20 de marzo emitió un documento inédito: «Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)». Detalla que la evidencia en humanos corresponde a la exposición de agricultores de Estados Unidos, Canadá y Suecia, con publicaciones científicas desde 2001. Y destaca que el herbicida «también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas», situación que tiene relación directa con el cáncer.

Fuente: La Nación – Noticiauno

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